jueves, 31 de mayo de 2012

La ilusión de competir...tiene su recompensa

David Alonso, Josu Rubio, Josu Vitoria y Juanjo García, cuatro jugadores de tenis de mesa del Club Deportivo Zuzenak no solo han competido este año en una liga normalizada, sino que han conseguido el hito de subir de categoría.

Josu Rubio y David Alonso, disputando un partido de tenis de mesa
Las ganas de competir de cuatro deportistas, les llevó a competir en la Liga Vasca de Tenis de Mesa. Esto a priori no es nada extraño, si no es por el hecho de que esos palistas tienen alguna discapacidad. David Alonso, Josu Rubio, Josu Vitoria y Juanjo García, son cuatro integrantes de la sección de tenis de mesa del C.D.Zuzenak, entidad con la que compiten en torneos y competiciones adaptadas.

Pero este año han decidido, por qué no, competir con otros deportistas que no tenían discapacidad. De tal manera que en el mes de octubre tomaron parte en la Liga Vasca, la equivalente a la Tercera División Nacional.

La experiencia no ha podido ser más positiva. Además de competir juntos, han sido capaces de ascender al equipo después de una fase de ascenso muy competida – han sido campeones de categoría-.

Josu Vitoria, otro integrante del C.D.Zuzenak, en un punto de un partido.
No es la primera experiencia de varios de estos deportistas, en una competición normalizada. La última participación de nuestros palistas en una liga con deportistas sin discapacidad tuvo lugar en la temporada 2007-08. Además, dos de nuestros integrantes David Alonso y Josu Rubio, ya participaron la temporada pasada en la Segunda División, categoría superior a la de este año, demostrando su gran nivel competitivo, proclamándose campeones de su grupo, y representando al Club de Tenis de Mesa Lankide Gasteiz.

La experiencia nos demuestra que hay aspectos que superan a la propia condición de uno mismo, si se plantea en serio. La ilusión, las ganas de competir, de jugar de disfrutar todo… hasta de una discapacidad que podría limitar y mermar a una persona, cuando esté delante de su rival. Este es un buen ejemplo de que discapacidad y deporte normalizado no está reñido.

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